Los dos arietes de ‘Papá’ se comprenden dentro y fuera de la cancha. Quieren hacerle goles al Macará. Foto: Pablo Campos

Los dos arietes de ‘Papá’ se comprenden dentro y fuera de la cancha. Quieren hacerle goles al Macará. Foto: Pablo Campos

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16 de marzo de 2018 17:13

Edson Montaño y Wágner Valencia, una dupla que mete miedo en Aucas

Pablo Campos

El pasado martes 13 de marzo del 2018, los indicadores anunciaban una radiación solar de 17 puntos en Quito. ¡Un montón! Era un solazo terrible y la gente en las calles buscaba la sombrita o una buena gorra para protegerse.


En el estadio Gonzalo Pozo, la casa de Papá, la cosa era distinta. Allá los muchachos, en su mayoría nacidos en la Costa y acostumbrados al calor sofocante, se tomaban el sol mañanero con tranquilidad.

Sentados al borde de la cancha, Wágner Valencia y Edson Montaño se reían y compartían confidencias. Como si quisiesen atraer más al sol, ambos vestían la indumentaria negra del equipo oriental y en el caso de Montaño, una licra compresiva adherida al cuerpo.

ÚLTIMAS los junta para realizar una fotografía, mientras la mayoría de los jugadores ya había ingresado a las duchas. Solo quedan pocos testigos en el momento de la gráfica y, como es habitual en el fútbol, las bromas no podían pasar inadvertidas.

“La dupla del gol”, “los goleadores del equipo”, “vaya ahí” gritaban los comedidos, en su mayoría personal de logística del equipo.

Al ‘Látigo’ Valencia, que llegó este año proveniente de Fuerza Amarilla, le gustan las fotos y la exposición mediática. Tiene 30 años y es de aquellos obreros del fútbol a los que les costó tiempo encontrar un espacio donde lucirse.

“Solazos son los de Machala”, rememora el mediapunta del equipo que ya lleva tres anotaciones en el torneo. “Allá sí que la cosa es más brava”, cuenta. Valencia se siente feliz en Aucas y también se siente a gusto con su compañero de fórmula de ataque. El técnico Luis Soler los puso a trabajar juntos desde la pretemporada y, según Montaño, esto ha servido para la mecanización de los movimientos en el ataque.

“La verdad es que nos entendemos bien. Tenemos características distintas: él va más por afuera y yo me muevo más como referencia de ataque, más por el centro”, dice el ariete del cuadro oriental, que el año pasado logró 20 goles en la Serie B (fue el máximo romperredes de la categoría). Esta temporada ya lleva un tanto: se lo hizo a El Nacional en la tercera jornada.

Por el buen momento de ambos, el cuerpo técnico oriental ha tenido que sentar a uno de sus refuerzos extranjeros: Fede Laurito comienza los partidos en la banca de suplentes y solo ingresa en los segundos tiempos. Montaño y Valencia ahora quieren celebrar sus goles en la Sierra centro del país: el sábado, a las 16:00, visitan al Macará.


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