Periodista deportivo con algunos años en el negocio. Le pego con las dos piernas y no me caigo, diría que parezco mas un muñeco de futbolín. Soy hincha del equipo que mejor juegue y adicto al fútbol en todas sus presentaciones. Burlo a la barrera y le hago un gol a Twitter en mi cuenta @ROMULOBARCOS
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jueves 15 de marzo 2018

Mentiras piadosas

Rómulo Barcos

En el mundo del fútbol nos estamos acostumbrando a comprar humo de parte de jugadores y técnicos, que en un intento desesperado por asegurar un contrato y por agradar a los simpatizantes de la camiseta de turno mienten descaradamente.


Me remito a los ejemplos más próximos:

El uruguayo Brahian Alemán desde su país anunció a voz en cuello: “Si yo vuelvo a Ecuador solo regresaré a Barcelona porque no traicionaré a la hinchada”. El año 2016 terminaría fichando por Liga de Quito.

La prensa internacional recuerda la forma en que el chileno Alexis Sánchez se presenta en cada equipo europeo que refuerza. El goleador ante los fans de turno repite: “Es un sueño que tenía de niño llegar al club más grande del mundo”. Barcelona, Arsenal y Manchester United fueron víctimas de su discurso vendedor.

El brasileño Kaká llegó hace poco a Guayaquil invitado a la Noche Amarilla, luego de su actuación y embolsando un jugoso cheque señaló: “En mi trayectoria jamás vi una hinchada como la de Barcelona, quisiera tener 20 años y quedarme acá jugando, no hay comparación”.


Ejemplos de este tipo existen en gran cantidad, solo referí los más próximos para no exigir la memoria del lector pero sin duda es en el mundillo del fútbol donde este tipo de verborrea barata predomina.

Hace algunos días y a propósito de la presentación en sociedad de Liga de Quito, Hernán Barcos, su máxima estrella y el jugador más costoso de la plantilla, señaló en un alarde de halagos hacia el club y sus dirigentes: “Hay otros clubes que traen figuras, músicos y cosas diferentes a lo que hace Liga, porque ninguno de esos clubes tienen las estrellas que nosotros tenemos en el corazón. Por eso Liga es único, el único grande, el único que representa como se debe al Ecuador”.

Estas declaraciones generaron polémica. El tema fue tratado de diversas maneras. Unos calificaron la cita como provocación hacia un club en particular; otros más incendiarios, señalaban que este tipo de manifestaciones avivan la violencia que ya se vive en los estadios del país.


Mi punto de vista muy particular califica las palabras del ´Pirata´ como una burda, barata y vulgar venta pública de humo para halagar y seducir a los hinchas de turno. Un mercado tan activo como es el de compra-venta de jugadores origina que estas palabras, que en su momento son de admiración hacia un cuadro, reboten luego como boomerang.

¿Qué pasaba si el argentino fichaba por Deportivo Cali que estuvo interesado en su contratación?, ¿o si Fluminense acercaba la cifra que pidió su empresario por la firma del ariete?, ¿o Emelec, que sondeó la negociación, se animaba a poner el dinero por el pase del goleador? Seguramente el discurso variaba y cambiaba de color.

El mensaje que arroja toda esta experiencia con jugadores y técnicos que tienen verborrea exagerada es no creer todo lo expuesto; hay ocasiones en que, como dice el Chapulín Colorado, se aprovechan de nuestra nobleza y nos mienten, nos toman el pelo, juegan con nuestros sentimientos, nos mienten con clemencia.

Si a usted le gusta comprar humo futbolero, prepárese para recibirlo en un envase rotulado como mentiras piadosas.