Periodista con 11 años de experiencia que admira al fútbol y todo lo que este apasionante mundo envuelve. Licenciado en Comunicación Social, formado en diario El Comercio por grandes editores y con trayectoria en otros medios como diario Hoy, TV Hoy y Grupo Radial Delgado. Twitter: @Fabychocolate
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viernes 08 de julio 2016

La novelería vs. la pasión

Fabián Alarcón

Más de 30 000 espectadores llegaron al estadio Atahualpa para alentar al Independiente del Valle. Los 2 000 restantes eran seguidores de Boca Juniors. Todos estaban enfervorizados viendo el partido, sobre todo quienes apoyaron al equipo ecuatoriano, sin siquiera, en su mayoría, ser hinchas del club sangolquileño.



El ambiente en las horas previas fue festivo, muy similar al que suele vivirse con la Selección, en los exteriores del estadio. Incluso adentro fue parecido, con miles de aficionados que se despojaron de las camisetas de sus equipos porque decidieron apoyar a un representante ecuatoriano.

El 'pero' de la historia vivida en esta ocasión, fue la manera de sentir el partido, de vibrar, de apoyar, gritar, alentar y de apoderarse de esa causa de parte del público asistente. Esto, lamentablemente, no se replica con la Selección.

Cuando juega la Tri, el equipo que verdaderamente representa al país (haciendo referencia estrictamente a su condición de combinado nacional), los hinchas no gritan, saltan, reclaman al arbitro, cantan, silban al rival... como se dio en el partido de Independiente contra los linajudos xeneizes. Solo lo hacen eventualmente al entonar el grito de combate "sí se puede" o en el "Ecuador, Ecuador", y que retumban en pocas ocasiones. La mayoría es solamente espectadora.

La explicación: El aficionado al fútbol que fue a mirar a Independiente ante Boca es aquel que cotidianamente va a los estadios a ver a sus equipos o que siempre están empapados de este apasionante deporte. El accesible costo de las entradas es un motivante (USD 5 la más barata), además del propósito benéfico. Ese valor o costos cercanos son los que pagan cada fin de semana. Hasta los ecuatorianos que tienen simpatía con el cuadro argentino hicieron un esfuerzo para pagar su boleto y alentar por Boca contra el representante nacional. Eso también es parte de la pasión del fútbol.

Con la Selección pasa otro fenómeno, pues en su mayoría asisten los aficionados apodados por los hinchas cotidianos como 'noveleros'. Es decir, son hinchas del momento que despierta la Tri y acuden solo para las eliminatorias, con capacidad de pagar USD 40 para dos partidos y más de 20 hasta en reventa para uno.

El ambiente interior en el estadio Atahualpa dista mucho del que se ve y se siente con los verdaderos apasionados al fútbol, como lo demostraron con el ajeno Independiente del Valle.

Este equipo ecuatoriano que triunfa en la Copa Libertadores sintió ese apoyo desde las gradas. La Selección también requiere de ese tipo de respaldo.