El fútbol y el periodismo se convirtieron en la mejor adicción para hallar rumbo en la vida. Querendón de la radio (medio de comunicación donde me inicié), hallé en la prensa un espacio tan grande, como la cancha de fútbol misma, para vivir divertido. Encontrar la quinta pata en un deporte donde se razona más con el corazón y los sentimientos es entretenido. Vivo abriendo frentes por cuestionar todo y estoy convencido que hay que caminar en silencio, pero haciendo ruido. Twitter: @maobayas
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lunes 11 de diciembre 2017

¿Por qué Ambato festeja tanto por Macará y Técnico Universitario?

Mauricio Bayas
Opinión (O)
Twitter: @maobayas

¡Qué viva Ambato! Es la mejor temporada del fútbol ambateño en dos décadas. El título de Técnico Universitario en la Serie B y la clasificación de Macará a su primera Copa Libertadores tuvieron festejos que pareciera serían demasiado exagerados, ¡pero no! El carnaval en Tungurahua tiene razón de ser.


La última vez que hubo un torneo internacional en el estadio Bellavista fue en 1997 con la participación de Técnico Universitario en la desaparecida Copa Conmebol. Después solo hay escenas de lágrimas por el dolor y frustración.

Los rojos y los celestes se subieron en un ascensor y han pasado pululando entre las Series A y B. Cada año han empezado los torneos con la ilusión de sostenerse en la A como quiera que fuera. La alegría de un ascenso duraba seis meses. Subían en diciembre y a medio año de la siguiente temporada ya estaban en primera fila para el descenso.


Con Macará hay algunas particularidades para entender el delirio de meterse en su primera participación internacional a sus 78 años. En el torneo del 2000, curiosamente en la presidencia del mismo Miller Salazar, tuvo la gran posibilidad de mandar a la Serie B a Barcelona y hacer historia. Fue un partido rodeado de muchas sombras y sospechas y en el que muchos hinchas celestes juraron que no regresarían nunca más al estadio. El gran año terminó mal y con lágrimas de los celestes.
Una historia repetida se repitió en el 2009. Otra vez pudo empujar a Barcelona al hueco, pero tampoco lo hizo. Y la suspicacia volvió a matizar la historia.

Al siguiente año, el 2010, también se escribió otro capítulo inolvidable. Una millonaria inversión para traer a figuras como Jaime Iván Kaviedes, Gabriel Fernández, Juan Carlos Ferreira, entre otros, terminó de mala manera y originando un déficit que todavía incomoda a los exdirectivos celestes. Prefieren que no se hable del saldo rojo.


Por eso es entendible el delirio de los celestes.
Entraron dejando afuera a Barcelona, equipo al que no lo descendieron. Los hinchas de su rival de patio, Técnico, siempre les cantaban que jamás, jamás estarían en la Copa Libertadores. Ahora ya no pega. No importa si es Pre-Libertadores o Libertadores. Esa no es la discusión. Será la primera vez que en el sorteo del torneo más importante del continente aparecerá un papelito con el nombre del 'viejo y querido Macará'.

Con Técnico la historia ha sido distinta. Al 'Rodillo' lo ha perseguido la inestabilidad dirigencial. ¿Vale la pena celebrar tanto un campeonato de Serie B? Para los rojos, sí. Cayeron al infierno de la B y les costó cinco años volver. Dos temporadas se quedaron en las puertas del ascenso. Parecía estar condenado a jugar en esa serie hasta que este año rompió el maleficio.

Ahora el gran reto para los dos ambateños en el 2018 será crecer institucionalmente. Afianzar sus estructuras. Macará está encaminado en el fortalecimiento de su patrimonio. El otro, no. Técnico todavía tiene mucho por hacer. Luego del chuchaqui deberán hablar de eso.