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miércoles 23 de noviembre 2016

"¡Prensa alcahueta!"

Diego Valencia

Así dijo el “colorado” Liberman, periodista argentino de la cadena Fox Sports. Hacía referencia, con aires autocríticos, en contra de los medios y otros periodistas en relación a su papel entorno a la selección argentina y la crisis que soporta el “Bauza team”.


Martín Liberman es un presentador que se ha convertido en la “opinión preferida” de los argentinos tras los partidos de su selección, ya sea para compartir sus ideas o “cargarlo” a través de los redes sociales.

El pasado partido en el que el conjunto “albiceleste” cayó ante Brasil provocó una tormenta y todas las “aguas bravas” apuntaban al Director Técnico y a los “amigos de Messi”, quienes en respuesta, decidieron “vetar” a los medios. Los jugadores no hablarán más…

Esto provocó la reacción del comunicador que les preguntó a los seleccionados: “Están enojados con la prensa?” Y luego replicó: “¿Prensa más alcahueta que esta?”.

Esto, en definitiva, nos muestra a las claras, que para los protagonistas del fútbol, los medios y periodistas con “crédito” para ellos son “los que apoyan”, “la prensa amiga” diría el condenado expresidente de la FEF.

A los actores del fútbol les molestan las críticas; tienen en su mayoría y más allá de su buen o mal rendimiento, la condición de intocables. Les incomoda los comentarios que “no apoyan”.

A esta reacción, otros periodistas como Alejandro Fantino, replicó diciendo que no le preocupaba la decisión de los jugadores argentinos; “con lo mucho que tienen para decir a sabiendas que lo único que han leído ha sido la Caperucita Roja y mal”, su testimonio al parecer no le interesa y su silencio le preocupa mucho menos.

Esta actitud deja una lección. El periodismo –deportivo principalmente- está expuesto a ser confundido con “relaciones públicas” y/o agentes de promoción, de jugadores, técnicos y dirigentes… “Hablar bien” de uno u otro club, permite que esos comunicadores pasen a ser los “preferidos de la afición”, porque tienen “la pepa”, “la exclusiva”, “la primicia”. Pero, ¿a cambio de qué? Ser simples canales en doble vía, lo que la afición quiere escuchar y de lo que aquellos quieran decir.

Estos “comunicadores”, no pasan desapercibidos, ellos caen bien en todas partes, tienen muchos seguidores en Twitter y por supuesto, estarán listos para “subirse al avión” con invitación incluida.

Triste, pero cierto…