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martes 25 de octubre 2016

¿Tiene algún mérito Álex Aguinaga en la Liga de Quito 2016?

Santiago Guerrero

El gran problema de Liga de Quito es que se conformó de manera desproporcionada. Claudio Borghi y los dirigentes armaron un equipo sin equilibrio, con demasiados mediocampistas, poco relevo en defensa y prácticamente sin poder ofensivo.


Y corregir eso era muy complicado, por más que se cambie de entrenador una y otra vez. Borghi armó mal el equipo, no lo pudo hacer funcionar y tuvo que irse. Luego llegó Álvaro Gutiérrez que nunca terminó de entender a este plantel y tuvo que marcharse por la puerta de atrás.

Antes de que termine la primera etapa, Liga de Quito contrataba a su tercer entrenador: Álex Aguinaga. La situación que asumía el DT ecuatoriano era mucho más complicada de lo que aparentaba. El equipo había pasado por zona de descenso, los jugadores estaban evidentemente desmotivados, Liga jugaba con estadio casi vacío y lo peor de todo, no se veía ¡nada de fútbol en la cancha!

A Aguinaga le costó y le sigue costando. Su equipo no termina de jugar bien ni un tiempo completo. Consigue resultados gracias a situaciones fortuitas, como el último partido ante el Delfín, donde el cuadro manabita fue superior, pero Liga se encontró el gol de Anderson Julio y se llevó los tres puntos, que por ahora, meten a la 'U' en la Copa Libertadores del próximo año.


¿Cuál es el mérito de Aguinaga? El primer mérito del excrack de la Selección nacional es haber puesto la cara siempre. Desde el día en que llegó a Pomasqui ha mantenido un discurso coherente, sin triunfalismos, aunque eso no sea del agrado de una hinchada que se acostumbró a ver a su equipo jugar bien y pelear arriba.

Mucho se habla de las oportunidades que Aguinaga les ha dado a los "muchachos", pero la verdad es que la transición ha sido inteligente y silenciosa. En los primeros partidos, el director técnico albo prácticamente repitió las alineaciones de sus antecesores. Tuvo que echar mano de lo que tenía: Alemán, Arias, Reasco, Vega, Romero, Tenorio...

El tercer entrenador de Liga en esta temporada trabajó primero en lo motivacional. Abrió las puertas de los entrenamientos a los medios de comunicación, para que los jugadores entiendan que vestían una camiseta pesada. Encerró al plantel en el museo de Casa Blanca, para que conozcan las copas que se club había ganado. Y se llevó a los jugadores al Centro de Alto Rendimiento de Esmeraldas para que se conozcan entre ellos.


Sin terminar de curar el camerino por completo, Aguinaga empezó a experimentar en lo táctico. Sacó a Alemán de la alineación titular, probó con un lateral zurdo y luego con otro; empezó a poner a unos desconocidos muchachos en la banca de suplentes y a otros los recuperó, como Hancel Batalla o Jefferson Intriago, quienes ya sabían lo que representaba vestir la camiseta de Liga.

Luego llegó el gran cambio. Aunque las figuras, en los papeles, eran otros. Aguinaga le entregó la responsabilidad del equipo a José Francisco Cevallos, que volvió a ser titular inamovible, como era el año pasado con Luis Zubeldía. Liga juega ahora en base al fútbol de Pepe Pancho. Otros como Brahian Alemán, Irven Ávila y Fernando Guerrero pasaron a ser actores de reparto y no merecían más que eso.

Alrededor de Cevallos ahora juegan algunos con los que compartió las inferiores. Por momentos se encuentra en el campo de juego con Jefferson Intriago y Anderson Julio, otras con Johan Julio, Hancel Batalla, Harold Carcelén y hasta el portero Leonel Nazareno. Aguinaga ha sido inteligente y no los ha puesto a todos juntos. El DT entiende que la responsabilidad del equipo debe recaer en otros jugadores con más experiencia y que a estos muchachos hay que llevarlos de a poco.

El gran mérito de Álex Aguinaga en los meses que lleva al mando de Liga de Quito ha sido mostrarle a los dirigentes y a los hinchas que las canteras sí pueden producir, pero que esos muchachos necesitan los espacios para mostrarse.

El camino no ha sido para nada sencillo. La Liga de Quito de Aguinaga ha sufrido reveses duros fecha tras fecha en el campeonato nacional. El equipo no muestra buen fútbol y todavía está descompensado en algunos sectores de la cancha, pero aún así ha logrado trepar hasta la tercera ubicación en la tabla de posiciones acumulada.

Probablemente Liga de Quito no merezca ese lugar en esta temporada. Con el presupuesto y la inversión que se hizo a inicios de año, todos esperaban que la 'U' peleara por el título. De hecho, otros clubes, con muchos más inconvenientes están intentando arrebatarle ese puesto a los albos, como el Deportivo Cuenca y El Nacional.


Pero si Liga ha logrado reflotar, se lo debe en gran parte a Álex Aguinaga, que ha puesto paños fríos a un equipo que estaba en llamas y que ha logrado proyectar a un equipo mucho más renovado para el 2017. Eso es lo que le hacía falta a la ‘U’, un hombre de la casa.