¿Qué va a pasar con la Selección?

A partir del martes 10 de octubre, la selección ecuatoriana ingresará en un inesperado período de inestabilidad. La eliminación de la Copa del Mundo de Rusia 2018 deja a la Tricolor a la deriva y a la espera de las decisiones de la Federación Ecuatoriana de Fútbol.

Después del partido en el Olímpico Atahualpa -donde Ecuador será juez de la clasificación o eliminación de Argentina del Mundial-, nuestra Selección no volverá a disputar un cotejo oficial al menos en los próximos 17 meses.

Es que la eliminatoria para el Mundial de Catar 2022 recién está prevista que inicie en marzo del 2019. Hasta ese entonces, lo máximo que podrá jugar Ecuador serán diez amistosos repartidos en cinco fechas FIFA: dos en noviembre 2017, dos en febrero 2018, dos en mayo 2018, dos en agosto 2018 y dos en noviembre 2018.

¿Qué va a pasar en todo ese tiempo? Existen dos temas que deben resolverse. Primero, en enero del 2019 se elegirá a un nuevo directorio en la Ecuafútbol. El cambio es imperativo. La actual dirigencia, que en realidad es la misma que la anterior porque la mayor parte de sus miembros trabajó con el sentenciado Luis Chiriboga, ha fracasado en su intento por sacar de la crisis al fútbol ecuatoriano.

En el mandato de Carlos Villacís en la FEF, varios clubes han entrado en un proceso de crisis profunda, la selección ecuatoriana quedó fuera del Mundial cuando el camino estaba allanado, no se ha podido aclarar el escandaloso tema de los niños con bigote y no se han resuelto muchos otros inconvenientes.

Y segundo, la Federación Ecuatoriana de Fútbol tiene que elegir al nuevo director técnico para encarar todos esos compromisos pendientes y sobre todo para tratar de recuperar la autoestima de nuestra Selección, que ha quedado vapuleada y que al parecer perderá a la mayor parte de sus referentes.

Tras la renuncia de Felipe Caicedo, el alejamiento de Cristhian Noboa, la edad de Walter Ayoví y las declaraciones de Antonio Valencia sobre su futuro, la Tricolor se quedaría sin un líder en la cancha que pueda comandar una generación para tratar de llegar al Mundial de Catar 2022.

La eliminación del Mundial de Rusia ha sido la más dolorosa de todas, porque Ecuador tenía todo para disputar su cuarta Copa del Mundo. Pero la soberbia del exentrenador, la negligencia de los directivos y las malas decisiones en el campo de juego nos han llevado a un laberinto sin salida.

¿Qué va a pasar ahora? Los mismos que crearon este problema tendrán que resolverlo. La Federación Ecuatoriana de Fútbol no tomó a tiempo la decisión de separar a Gustavo Quinteros y ahora ese mismo Directorio tendrá que decidir si contrata al nuevo entrenador antes de abandonar el cargo o deja el problema a la nueva dirigencia, que es probable que sea la misma de ahora. En nuestro fútbol, todo puede ocurrir.