Periodista formado en Grupo El Comercio y Bendito Fútbol. Comunicador social de coincidencia. Las casualidades de la vida me llevaron al fútbol y ahora me muevo en el área chica del mundo digital y las crónicas insensatas. Me apasiona hablar de lo que a nadie le gusta.
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jueves 15 de septiembre 2016

¿La culpa es de la altura?

Rodrigo Martínez
@RoddMar

Bolivia no clasificó a todos los Mundiales. Cienciano tampoco ganó la Copa Libertadores y ni siquiera Neymar terminó con un tanque de oxígeno en Quito. Sí, la altura no es la culpable de las desdichas futboleras, pero funciona como discurso de mediocridad ante malos resultados.


​El mejor de ejemplo de aquello es nuestra Selección. Después de las impecables presentaciones en Quito durante la era de Reinaldo Rueda, la altura ‘le jugó en contra a la Tri’ después de un empate en el último minuto sobre Paraguay y una vergonzosa derrota contra un Brasil. ¿Era la altura nuestra ventaja o lo fue la calidad de los futbolistas que jugaron en Quito?

“Nos afectó bastante la altura”, justificó un seleccionado ecuatoriano, después del baile brasileño en el estadio Atahualpa. “Si Emelec con este nivel de juego hubiera actuado en la altura, habría salido dos veces campeón de la Libertadores”, dijo ahora un jugador de Emelec después de perder la eliminatoria en el llano frente al duodécimo de la tabla del fútbol venezolano.

En el 2007, la FIFA dictaminó los riesgos de jugar en la altura, pero nunca vetó que se realizaran compromisos en ciudades como La Paz (3650 msnm), Cuzco (3400 msnm), Quito (2850 msnm) o Bogotá (2600 msnm). De hecho, la Comisión Médica de la FIFA solo pidió un breve período de aclimatación para los jugadores y hasta permitió que se disputaran los partidos clasificatorios en La Paz, con el apoyo de los países sudamericanos, con excepción de Brasil.

Lo cierto es que la altura no ha dado ninguna ventaja a Ecuador ni a los equipos quiteños. La Tricolor clasificó a los mundiales gracias a la calidad técnica de sus jugadores y Liga de Quito triunfó en cuatro copas continentales gracias a las mismas razones. ¿Recordará Dreer que Liga ganó la Recopa Sudamericana del 2009 con un triunfo en Porto Alegre contra Internacional?

Para más argumentos a favor de la altura, solo basta recordar que Emelec ganó un título (2015) en Quito y ningún equipo boliviano ha triunfado en las Copa Libertadores. Su Selección tampoco clasifica desde 1994 y en las eliminatorias al 2014 solo ganó dos partidos de local en los 3650 msnm de La Paz. Para los clasificatorios a Rusia 2018, esta misma Selección ya perdió con Colombia y Uruguay, dos equipos que juegan sus partidos en el llano.

La altitud no es ninguna ayuda ni tampoco una desventaja. Emelec ha ganado siete veces en Casa Blanca y es el tercer equipo que más lo ha hecho. El Cuenca (9) y el D. Quito (8) son los que más han ganado. Ser eliminados por un equipo venezolano de menor jerarquía -¿eso se vio en el juego?- no es justificación para desmerecer lo que otros con mérito han conseguido. La culpa no es ni será de la altura.