Periodista, relator y anchor de televisión. Puedes seguirme en Twitter: @FPHidalgo.
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viernes 07 de octubre 2016

'Los intocables'

Fredy Hidalgo
@FPHidalgo

Como en una de esas películas ‘hollywoodescas’, los futbolistas en nuestro país son idolatrados, tratados como un súper héroe, con vía libre para hacer lo que su voluntad quiera. No tienen Dios ni Ley.


Nadie puede negar que son el actor principal del deporte más popular de nuestro territorio, un deporte que de vez en cuando nos inyecta una dosis de alegría en un contexto de problemas políticos, sociales, inclusive de identidad.

Los futbolistas engrandecen su leyenda porque a pesar de ser ‘el opio del pueblo’ el fútbol nos ha brindado muchos años de fracaso, decepciones y tristezas; apenas en el 2002 clasificamos a nuestro primer mundial y con este hecho histórico se vinieron años de triunfalismo y la algarabía que va más allá de un partido: es volver a creer en nosotros, en ser superiores a otros países en algo, el sentirnos más ecuatorianos que nunca. Se los debemos a ellos.

Y aquí la demostración de nuestra realidad absurda, que causa bochorno y repugnancia, que lamentablemente no es una película en la cual ‘super man’ infringe la ley y es aplaudido y admirado por todo su pueblo, y autoridades. Es la vida real en la que un ciudadano irresponsable no cumple con sus deberes como padre porque no le de la gana. Tiene el privilegio de ser una persona pública de ganar mucho dinero -merecido por cierto- pero, como dice su apodo, ‘super man’ se esconde de la justicia en un estadio a vista de todos, y pisotea la ley como si su posición lo permitiera. Se burla de las autoridades del país y de su pueblo.

Pero lo peor no es eso. L alarmante es que las autoridades le dejen hacer lo que les da la gana. La policía no tiene el rigor necesario, ya que si fuera un doctor, un bachiller, un albañil, un indigente, la pesquisa actuaría como ‘The Avengers’ cumpliendo la ley a raja tabla.

En una especie de realismo mágico. Este hecho nuevamente refleja la realidad de nuestra deteriorada sociedad. La ley debería cumplirse sea quien fuere el ciudadano, pero seguimos con la ´ley de la selva’ del ‘mas vivo’, ‘It’s not what you know, it’s who you know’. Pero ahora ‘el futbolista es intocable’.