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El fútbol ecuatoriano no está en crisis

María Paz Mejía,

u00a1A LA HOGUERA!

Tiene razón el presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol. Nuestro medio no está en crisis. El fútbol local ya está dañado desde hace mucho aunque la exitosa política clientelar de Luis Chiriboga haya paliado las críticas de clubes, asociaciones e hinchada.

@mariapazza

El golpe de gracia para una Federación al borde de la podredumbre fue la apertura de un expediente disciplinario contra Esteban Paz, directivo de Liga y frontal crítico de la gestión de Chiriboga frente a la Ecuafútbol. Y como si ese gesto u2013no de fiscalización sino de venganzau2013 no fuera suficiente, 16 clientes del Ingeniero pidieron que se les considere “parte ofendida” y se les convoque para “expresar a viva voz” su reclamo.

Los clientes, asociaciones provinciales y clubes profesionales de fútbol, se sienten lastimados por el reclamo de Paz en torno a los derechos de televisión que, pretendidamente en justicia, Chiriboga y la FEF arrebataron. Claro, las asociaciones provinciales reciben nada menos que USD 1 050 000 por los derechos de televisión.

Ya pasó con el Arquitecto Eduardo Granizo, cuyas últimas palabras en la Federación fueron: “u2026siga haciendo lo que le venga en gana en este fútbol”. Él fue suspendido 2 años por oponerse a la gestión de Chiriboga. También con Francisco Egas, crítico frontal de la administración actual de la Federación, que fue sancionado por tres años aunque luego su sanción se redujera a uno.

Ahora los cañones apuntan a Liga, cuyos líderes han exigido claridad en las cuentas pre y posmundialistas y han protestado por el reparto del dinero de los derechos de televisión y las pérdidas del equipo. Se sumó Jaime Estrada, presidente del Manta, que ha exigido pagos puntuales en la mensualidad por esos derechos.

El fútbol ecuatoriano no está en crisis, no. Más bien, sus actores deberían conformarse con la Casa de la Selección, las oficinas de la FEF, los tres mundiales y oro panamericano. Como si la altísima deuda de los clubes no manchara a una Federación que poco ha hecho por sanear las cuentas y controlar la inflación del mercado de pases.

Y no hay crisis a pesar de tener jugadores profesionales y directores técnicos que no han cobrado sus sueldos durante largos meses, algunos ya pasarán el año. Mucho menos por el arbitrario salvataje a un club que estuvo al borde de la liquidación. Pero más que nada, el fútbol ecuatoriano no está en crisis porque el presidente de la FEF ha diluido las protestas asumiéndolas como personales.

A pesar de una coincidencia: que las voces de reclamo contra la gestión de Chiriboga meten el dedo en la llaga que más le duele, la económica. Y ante los justos reclamos de los federados, que tienen derecho de pedir cuentas a la institución a la que pertenecen, la respuesta de Chiriboga es la de un revanchismo que apena.

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