u200eu00a1Comprobado! Vera debe dirigir la final del torneo
El LIMOSNERO
El Campeonato Nacional está apasionante y alegra saber que después de errores groseros de los árbitros en partidos claves apareció el central manabita Carlos Vera (el referí, no el periodista) para limpiar la imagen del gremio. Y lo hizo en un partido bravo como Liga de Quito ante Barcelona.
@maobayasEn las últimas semanas, los errores humanos de los árbitros fueron bastante cuestionados porque eran equivocaciones técnicas y de conceptos notorios. Cuando se cuestionó la designación de Vinicio Espinel al escandaloso juego entre los amarillos y el Independiente del Valle, en Sangolquí, hubo voces que argumentaban que Espinel sí estaba capacitado para tan grande responsabilidad por sus antecedentes en otros partidos. Pero está demostrado que los futbolistas saben y conocen la personalidad de cada árbitro.
¿Cuántas veces le gritaron, le forcejearon, le vieron mal o le reclamaron a Carlos Vera los jugadores de la 'U' y de Barcelona? Ninguna. Hubo discrepancias con sus decisiones, pero en un marco de respeto y apegados al reglamento. Aplausos. El desempeño de Vera fue una cátedra de cómo se maneja un juego pesado. Vera en ningún momento amenazó con llevar su mano para sacar tarjetas, les gritó a los jugadores o buscó protagonismo. Cumplió su función lejos de aquella versión periodística que un árbitro debe 'cuidar el espectáculo', que se intentó posicionar en el caso Espinel.
Cuando Enrique Vera, de Liga, y Luis Caicedo, de Barcelona, discutieron con el árbitro mundialista no hubo excesos ni gritos. Los jugadores se dedicaron a dar buen espectáculo y respetaron las decisiones. En la sanción del tiro penal a favor de Barcelona no hubo amontonamientos ni persecuciones.
Vera puso un paño frío a la calentura de los incendios provocados por otros árbitros. Así, en medio del ambiente futbolero salpicado de tensiones políticas desde hace más de cuatro semanas, la Comisión de Arbitraje de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) no debe pensar dos veces en el árbitro que dirigirá la final del 2014. Vera se ha jugado un buen partido en todo el año, estuvo en el Mundial de Brasil y se lo merece. Ya tenemos árbitro para la final. Ya tenemos a Vera.
Otra más. Cuando Máximo Banguera intentó la quema de tiempo, el mejor árbitro del país le advirtió y el golero no lo volvió hacer. Insisto en algo: los jugadores ya conocen a los árbitros y saben cómo actuar.
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