Nassib
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Neme sí tiene competencia

Francisco Sandoval,

EL ILUMINADO

Se acerca el momento de que los emelecistas vuelvan a las urnas. El próximo año, los socios cuyos aportes estén al día tendrán en sus manos el futuro del club u2018eléctricou2019. O tal vez no.

@emelec_max

La trascendencia de este acto democrático dependerá de la presencia o no de una lista que compita con la casi segura candidatura del actual presidente, Nassib Neme, de brillante gestión en varios ámbitos del club desde hace algunos años. Y aunque pocos días atrás la hinchada azul padeció un gran susto ante la aparición de rumores sobre una supuesta candidatura del binomio Iván “jugué mil veces en Barcelona” Hurtado y Omar “Emelec es mi hacienda” Quintana, todo parece indicar que Neme volverá a correr como único postulante al sillón de George Capwell por un nuevo período. u00a1Albricias!

Pese a que gran parte de la fanaticada del “Bombillo” celebra desde ya por la continuación de un exitoso mandato, un repaso rápido de la historia reciente de nuestro club hará surgir a un inesperado competidor para don Nassib. Y ese competidor esu2026 u00a1él mismo!

Si, Nassib Neme Antón, el gran presidente que nos trajo un nuevo bicampeonato, gestor de la estabilidad económica de la que el club goza actualmente; aquel que hizo posible la tan esperada ampliación del Estadio Capwell, que potenció a Emelec como equipo de fútbol y como marca (atrayendo la presencia y el dinero de gigantes mundiales como Huawei, PDVSA y Adidas); que tuvo la visión de contratar a técnicos como Jorge Sampaoli y Gustavo Quinteros (y de respaldar sus procesos aún en los peores momentos, pese a los reclamos de la hinchada, demostrando liderazgo y firmeza de carácter) y de crear y mantener una base de jugadores envidiada por todos los clubes del país, compite contra Nassib Neme Antón, el presidente que permite (¿y apoya?) la injerencia política en el club (basta con recordar aquel tuit de respaldo al presidente Correa publicado desde la cuenta oficial de Emelec); que inexplicablemente respaldó con su voto la reelección de Luis Chiriboga al mando de la FEF, después de elogiarlo por su brillante (?) gestión; que calla y baja la cabeza ante los constantes perjuicios arbitrales que el equipo padece desde hace tiempo; que continúa postergando la solución definitiva al problema latente del complejo deportivo (recordar que Los Samanes es propiedad del ISSFA, que ya ha amenazado varias veces con el desalojo); que le da un trato de segunda a las categorías juveniles de fútbol, y aún menos que eso a las otras disciplinas deportivas, aquellas que en el pasado forjaron la grandeza de Emelec como Club Sport.

Ese Nassib que generó enemistad al confrontar sin sentido a otros clubes, negándoles acceso al estadio Capwell a hinchas con boleto (Liga-Q y Deportivo Quito aún se quejan por eso); aquel que, por su terquedad, esperó demasiado a un Juan Ramón Carrasco que nunca entendió al equipo, provocando a su vez que Marcelo Fleitas se “jubilara” de urgencia, convirtiendo a un aguerrido defensa en el DT menos indicado para un equipo en la situación calamitosa en la que Emelec se encontraba.

Aquel Nassib Neme a cuyo excelente manejo administrativo y financiero se contrapone un espantoso descuido en el ámbito judicial. Las demandas (como la de Juan Ramón Silva, Jesús Cárdenas y Augusto Poroso), presunciones de quiebra (solicitada por Canal Uno), amenazas de embargo (por deudas con el IESS y el ISSFA), son algunos de los casos que al presidente se le pasaron “por las galletas”, dejando entrever que, en esos aspectos, Emelec solo se limita a reaccionar ante lo que ocurra.

Podríamos mencionar otros incumplimientos menores, como el tan publicitado autobús de última generación, o la falta de reconocimiento oficial a la grandeza de viejas glorias del club, pero la intención no es hundir al “Neme bueno” con la carga de los errores del “Neme malo”. Al contrario: la idea es que Neme y sus colaboradores, que se dirigen sin obstáculos a una nueva reelección, tomen sus errores y omisiones del pasado como el punto de partida para lo que Emelec necesita en el futuro, sin descuidar aquellos aspectos que le dieron trascendencia a su gestión. Que consideren esta figura imaginaria como el competidor al cual vencer, aún después de las elecciones.