Columna:
Indignado 0
Triste 0
Contento 0

Todos rayados: u00a1qué ganas de querer a Independiente!

Santiago Estrella Garcés

OPINIÓN

Dan ganas de querer a Independiente del Valle. Pero quererlo de verdad y hasta convertirse en hincha. Eso es imposible, por cierto. A cierta edad, si se siguió el fútbol es improbable un camisetazo. Pero los hay...

Editor Bendito Fútbol

Será difícil que Independiente logre conseguir una hinchada. Todo padre hará todo lo posible para que su hijo e hija herede el amor a una camiseta. Y es que todos sabemos que son los hinchas el verdadero e inmortal patrimonio de un equipo.

Es difícil conseguir hinchada siendo un equipo nuevo. No le será a Independiente, sin embargo, tan complicado como le ocurrió a Espoli, por ejemplo, que comenzó bien su participación en Primera y pocos años después deriva hacia no se sabe dónde.

Pero Independiente tiene una ventaja: pertenece a un territorio: Sangolquí, que tiene su bien intangible: el hornado. Es una ciudad con su autonomía, su cultura, y está cerca de Quito. No puede haber mejor combinación.

Salvo el D. Quito y el América, los equipos de la capital tiene un origen institucional. No se lo vincula a un espacio determinado de la ciudad. Aucas es la Shell; Liga Deportiva Universitaria, la Universidad Central; El Nacional, las Fuerzas Armadas; Universidad Católica, el nombre lo dice todo.

El Quito es la Plaza del Teatro, pero no hay nada que le dé pertenencia. Hay una placa, sí, pero las placas son como las estatuas: hay que irlas a ver porque ellas no se molestan. Y el América... es ahora una misión imposible que vuelva a ser lo que fue: el espíritu amateur en tiempos en que el fútbol profesional aún tenía mucho de amateurismo (los años 70).

Hubo intentos de u2018territorilizaru2019 el fútbol y lo van consiguiendo de algún modo. La construcción de los dos estadios en Quito fue simbólica: el norte, la Liga; el sur, el Aucas. Pero son incursiones recientes y las hinchadas se reparten por toda la ciudad.

Desde ahí, Independiente tiene mucho por hacer: ser el equipo del barrio, ese del que se puede ver un domingo a las familias cerrar las puertas de sus casas y caminar al estadio. Y eso estaría muy bueno. Pero para eso debe convertirse en un club de fútbol, ese darle sentido de pertenencia: saber que es el equipo de ese lugar. 

Deportivamente se ha convertido en una amenaza para los grandes. Les juega de igual a igual. Gana o pierde, le falta experiencia para concluir como campeón, no importa. Ya llegará. Es el único equipo ecuatoriano en octavos de final en la Copa Libertadores u2013y merecidamente. Y una de las cosas más bellas del fútbol es ver a los equipos chicos ponerle en su lugar a los poderosos. 

Es cierto que la solidaridad motiva a más gente para ir al Atahualpa. Pero tampoco olvidemos que cuando de la Libertadores se trata, Quito puede llenar un estadio. Y más aún cuando se trata de un equipo como River Plate. Todo futbolero iría a ese partido con o sin donación solo por ver a River, campeón de la Libertadores y a un Independiente del Valle que le hace tanto bien a nuestro fútbol. 

Y esto también le convierte en un equipo que se hace querer un poco más. Comercializado como está el fútbol, los equipos viviendo una crisis que espanta, con administraciones turbias, el Independiente del Valle parece tener todo controlado y puede darse el lujo de donar toda una taquilla, con lo bien que le vendría que ingresen en sus arcas la suma de 10 000 entradas, por ejemplo, que llenar un estadio y  no recibir nada, ofrecerlo todo. 

Además, Independiente lo  hace sin condición alguna. Otro equipo, sí. Cosa de cada uno... Esas cosas hacen que un equipo sea querible.

Notas relacionadas