Billy Arce, jugador del Independiente del Valle. Foto: API

Billy Arce, jugador del Independiente del Valle. Foto: API

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21 de abril de 2018 09:39

El zurdo Balda y el explosivo Arce se enfrentan en el estadio Atahualpa

Alex Puruncajas

Manuel Balda es ‘manaba’ pero habla con un leve acento español. “Me he criado en España y mi pareja es catalana”. Son algunas de las frases que expresa para contar su vida. La tarde de este sábado 21 de abril, El Nacional juega como local ante Independiente del Valle.  


‘Manu’, así le dicen en la concentración de El Nacional, nació en la parroquia Río Chico, a 10 minutos de Portoviejo, pero a los nueve años sus padres lo llevaron a Barcelona, donde se formó académica y deportivamente.  


​Su padre, quien lleva el mismo nombre, le hablaba siempre de su patria natal. El sueño de su progenitor era retornar al país y ver jugar a su heredero en Ecuador y, por qué no, en la selección nacional.  


​El mediocampista zurdo, de 26 años y buenos toques y remates, siempre tenía presente el deseo de su progenitor hasta que un día el empresario Iván Reyes mostró unos videos de su juego a los directivos de El Nacional, que contrata solamente a futbolistas ecuatorianos. A los dirigentes militares les agradó su fútbol y decidieron repatriarlo, en enero del 2016. 


​Su padre se emocionó. Le dijo que El Nacional era uno de los equipos grandes del país, que aceptara sin dudar. El mediocampista se vino solo a Quito, pero después llegó su pareja Miriam Quiroz, con quien procreó a la pequeña Diana, ahora de un año y medio. Formaron su nuevo hogar en la capital.  


​El 2016 fue el año de la adaptación al estilo de juego del fútbol ecuatoriano y el 2017 el de la consolidación. Ahora es titular fijo en las alineaciones del estratega uruguayo Eduardo ‘Lolo’ Favaro. El DT lo ha utilizado como volante interior y como mediapunta. Balda responde con su buen trato al balón y su remate de zurda, la pierna hábil. 


​Hoy formará parte del equipo de los puros criollos que recibe al Independiente del Valle, a partir de las 18:30, en el Olímpico
Atahualpa. El portovejense lleva ocho partidos y un gol en lo que va del torneo. El año pasado marcó ocho, en 37 encuentros.


Para él, en Europa hay mucha disciplina táctica en los equipos, mientras que en el país expresa que se cuenta con varios jugadores de talento y potencia. Él se formó en clubes de segunda categoría de España, pero también pasó por el Panthrakikos de Grecia. Por ahora, se siente bien en El Nacional. En el futuro, le gustaría obtener el carné de entrenador o, tal vez, dedicarse a la representación deportiva. 


Billy Arce
Nació el 12 de junio de 1988, en Esmeraldas. Se inició en el club La Paz de su provincia, en el 2008. También pasó por Fedeguayas y Emelec.
Con su peinado estilo mohicano, Billy Arce se luce en las prácticas con el balón entre experimentados del Independiente del Valle como los argentinos Maximiliano Barreiro o Juan Pablo Segovia.


El ‘pelado’ tiene 19 años, pero ya es uno de los fijos en las alineaciones del entrenador Gabriel Schurrer. Arce es esmeraldeño. En la capital de la ‘Provincia Verde’, la principal cantera de futbolistas de la Serie A, empezó a jugar. Ninguno de sus parientes cercanos fue futbolista profesional, salvo su abuelo Rómulo Dudar Mina, exjugador del Barcelona y Macará.


Arce recuerda algo de su abuelo materno y lo tiene como un referente para su carrera. El jugador, con capacidad para actuar como extremo o mediapunta, habla bajito y es corto en sus expresiones. Esto contrasta con su juego en la cancha. Su explosividad, gambetas y desborde son su principal arma para las jugadas de ataque de los rayados.


Arce maneja el perfil derecho y acumula ocho partidos y tres goles en el actual campeonato. El año pasado, disputó 32 encuentros y alcanzó las 13 conquistas. Acabó como el segundo goleador de los negriazules detrás de Michael Estrada (15). En el cuadro rayado lo consideran, desde hace tres años, la nueva perla del equipo. Antes de eso, tuvo un breve paso por Emelec.


Se vinculó a las formativas del club de Sangolquí hace cinco años y jugaba inicialmente como volante de primera línea, pero ahora se destaca en la parte ofensiva. Al esmeraldeño le gusta distraerse con los juegos de Play Station en sus ratos libres. Se preocupa por su corte de cabello. Se pone gel para que la cresta se mantenga firme. También le agrada ir a comer los cevichochos que se venden en el bar del centro de Alto Rendimiento del Independiente, en Sangolquí.


El año pasado y por su buena campaña, los directivos del plantel rayado le extendieron la renovación de su contrato, hasta el 2021. La Asociación de Futbolistas del Ecuador también lo eligió como el jugador revelación.
En Independiente están siempre cerca suyo para que pueda progresar más.


Quieren que se convierta en una figura y no ‘se maree’. Arce, en cambio, disfruta de su fútbol. Su madre Maribel Mina es su inspiración. A ella le dice “mi preciosa”. Hoy, se verá su fútbol en el juego ante El Nacional, a las 18:30. 


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