Tite cambió la férrea disciplina que implantó Dunga y eso parece hacerle bien a los jugadores. Foto: AFP

Tite cambió la férrea disciplina que implantó Dunga y eso parece hacerle bien a los jugadores. Foto: AFP

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7 de septiembre de 2016 14:52

¿Volvió Brasil a ser el mismo de siempre con Tite y Neymar?

Agencia AFP

Tras la victoria ante Ecuador el jueves, Tite pidió a sus jugadores que tuvieran la “ valentía ” de disfrutar el momento, un exceso desterrado de la 'canarinha' durante sus años más oscuros, con el que el nuevo seleccionador quiere devolverle a Brasil el descaro que puso a sus pies el fútbol mundial.


​Cerrada la era Dunga -un militante de la férrea disciplina que repartió entre sus jugadores un código de conducta que prohibía, entre otras cosas, las sandalias-, la baqueteada Seleçao de los fracasos en cadena se ha lanzado a los brazos del profesor con los ojos cerrados, como se vio en el triunfo ante Colombia (2-1) .

“Tite trajo más motivación, es el inicio del trabajo, pero creo que toda la comisión técnica y los jugadores están de enhorabuena”, afirmó a Sport TV el zaguero Miranda, autor del primer gol de Brasil en el minuto 1, y también el primero de su carrera con la 'canarinha'.

Aunque uno de los grandes beneficiados del dulce encuentro con este técnico que vibra en la banda y reconoce que lloró al llamar a su mujer tras su estreno ha sido Neymar.

Enterradas en el pasado quedan las críticas que hizo el por entonces entrenador del Corinthians al joven 'crack' del Santos hace cuatro años, cuando le acusó de ser “ un mal ejemplo para los niños ” por simular faltas.

En las últimas dos semanas, el único vestigio del 'jogo bonito' entre las ruinas de un Brasil deprimido se ha sacudido parte de la carga que le aplastaba cada vez que se vestía de amarillo.

Primero fue con la catarsis colectiva del oro olímpico en el Maracaná y luego en la goleada ante Ecuador (3-0) , donde cortó una sequía de casi un año sin marcar con la selección absoluta.

La gran joya del fútbol brasileño en tiempos de desconocida aridez estuvo eléctrico durante todo el duelo ante Colombia, tuvo varios goles en sus botas, y hasta se permitió algunos regates espectaculares que le hicieron recordar a la 'canarinha' su época dorada.

En la propuesta ofensiva de Tite, de pase y velocidad, Neymar mostró su mejor cara, la del jugador imprevisible siempre con un truco en la chistera, y encontró en su amigo Philippe Coutinho, otro de los destaques de la noche, el pase ideal para marcar el gol de la victoria en el minuto 73.

Y lo volvió a celebrar con rabia, como a quien todavía le duelen las heridas de un trauma cercano.

En construcción 

Pese a los fuegos artificiales de su llegada, Tite trató de contener la euforia tras el partido, afirmando que Brasil no ha encontrado todavía su forma de jugar.

“Está en un proceso de evolución. No sé si la fluctuación es más amplia por la izquierda con Neymar o si es doble. Estamos buscando la competición de alto nivel entre los atletas. Es importante tener opciones de calidad” , valoró el técnico.

Su estreno, sin embargo, no ha podido ser más plácido. Por primera vez desde que comenzaron las eliminatorias, Brasil ha encadenado dos triunfos consecutivos ante rivales directos, Ecuador y Colombia, convirtiéndose en la única selección que ha sumado los seis puntos en esta doble fecha.

Tras la primera semana de Tite con sus jugadores, la misma 'canarinha' que cerró en marzo las eliminatorias fuera de los puestos para el Mundial-2018 -y en pleno viaje a ninguna parte con el empate sobre la hora contra Paraguay- se ha convertido en la segunda de la tabla.

Empatada a 15 puntos con Argentina, y a uno del líder Uruguay, al pacto con la fortuna de Tite se ha sumado también el calendario, ya que Brasil recibirá a Bolivia y visitará Venezuela en la próxima doble fecha del premundial en octubre.

Una oportunidad de oro para coronar el regreso de la pentacampeona del mundo con el asalto a la cima del continente.

Pero frente a quienes ven ahora en la Seleçao a un equipo nuevo e imparable que nada tiene que ver con el pasado, el pragmático Miranda aparcó la felicidad de una de sus mejores noches de amarillo para recordar que en el exigente fútbol moderno no existen los milagros.

“ Antes, cuando había mucha crítica, no éramos los peores. Y tampoco ahora, con dos victorias, somos los mejores. Tenemos que trabajar y seguir buscando las victorias ” , afirmó.

A Brasil aún le queda un largo camino hacia Rusia, pero ya no vive en las tinieblas.