Los hinchas reanimaron a los jugadores tras el empate en casa

En las gradas y en la banca de suplentes de Barcelona SC había incredulidad por lo que pasaba en la cancha. Aucas caía 3-0 y con ímpetu logró igualar el marcador 3-3, cuando la fiesta de premiación para el 'Ídolo' estaba armada. 

"Me quedé con bronca. La fiesta, la premiación y todo matizó lo que pasó, pero yo me quedé molesto porque ganábamos cómodamente y nos empataron. A mí siempre me gusta ganar", dijo al final el técnico Guillermo Almada, ya cambiado y minutos antes de la ceremonia.

Es que su equipo se imponía fácilmente 3-0 con goles de Damián Díaz, autogol de Luis Solari y un penal convertido por Máximo Banguera. En las gradas todo era algarabía y cánticos. El equipo era superior y se paseaba ante su rival, que aún aspiraba mantenerse en la Serie A.

Sin embargo, el panorama cambió para la segunda etapa. El cuadro canario salió relajado, hizo variantes y ahí llegó la reacción auquista, que empezó a remontar con un tanto polémico. Ánderson Ordóñez metió el balón en su pórtico cuando había un jugador visitante en fuera de juego, a quien iba dirigido el pase. El árbitro José Luis Espinel dio el tanto como válido en un error de interpretación del reglamento.

Ese gol motivó a los dirigidos por Armando Osma, que luego marcó por intermedio de Joao Rojas y Carlos Villacrés. Así, los minutos finales fueron dramáticos, porque Barcelona SC estaba desorientado y la visita presionó por la victoria. 

Tras el pitazo final, los rostros de los jugadores, cuerpo técnico y directivos no era de satisfacción, pues su intención era celebrar con un triunfo en casa. Pero, los hinchas se dedicaron a reanimar al plantel con cánticos y gritos eufóricos, reavivando la fiesta de coronación.