En Manta se quedaron con las ganas de celebrar
En Manta todo estaba listo para celebrar el empate o el triunfo de Emelec en el último clásico del Astillero de la primera etapa. La dirigencia cetácea decoró una de las más lujosas discotecas para ver el partido de Guayaquil y si los pronósticos eran favorables, empezar la fiesta.
Pero no fue así, las caras de alegría y de nervios se transformaron. Los dos goles de Jonatan Álvez fueron baldazos de agua helada para el triunfalismo que pregonaban algunos dirigentes y sobre todo los pocos hinchas invitados.
Es que todo estaba decorado con los colores del Delfín. Hubo hasta invitados especiales y las siete televisiones del local pasaban el juego. Hubo ambiente de estadio, pero en la comodidad del bar. En la mañana se aseguraba que los jugadores se harían presentes al local, pero por pedido del DT Guillermo Sanguinetti hubo un cambio de planes. La plantilla estuvo pendiente del juego, pero en sus casas. En su intimidad. El estratega no quería cámaras encima de sus muchachos. Los necesita concentrados para el juego ante Liga de Quito, este fin de semana.
José Delgado, presidente del club, estuvo presente en las instalaciones de Madera Fina. Vio poco el fútbol. A los 10 minutos del pitazo inicial seguía dando entrevistas a varios medios. Llegaron hasta el gobernador de Manabí Fabricio Díaz y el Prefecto Mariano Zambrano.
Eso sí, en el gol de Ayrton Preciado todo el establecimiento tembló. Los hinchas de la Barra del Perro Muerto entonaron sus tambores y gritaban "Un solo ídolo tiene Manabí".
Delgado aseguró que el juego del domingo será especial. Ahora sí solo dependen de ellos para lograr el objetivo de ganar la etapa.
El equipo de Sanguinetti se blindará el resto de la semana. El cuerpo técnico quiere que sus jugadores estén concentrados y enfocados en que esta conquista histórica se consiga minuto a minuto en el Jocay.
