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Matías Defederico celebra el primer gol de Católica ante Liga en el estadio Atahualpa. Foto: API

Matías Defederico celebra el primer gol de Católica ante Liga en el estadio Atahualpa. Foto: API

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11 de marzo de 2017 14:02

Universidad Católica gana a una Liga que no encuentra el fútbol

Santiago Estrella

El clásico universitario se está escribiendo de celeste al cabo de los primeros 45 minutos. Universidad Católica derrota 3-0 a Liga de Quito en el estadio Olímpico Atahualpa con goles de Matías De Federico, Jhon Cifuentes y César Obando. 


Católica fue superior y volvió a mostrar por qué está en la pelea en la zona alta de la tabla de posiciones. Los goles mostraron que es de los equipos más sólidos, pese a las ausencias por lesiones de dos jugadores que se esperaba fundamentales para esta temporada (Horacio Orzán y Luis Miguel Escalada). 

Y esa superioridad camaratta se vio liberada con el muy mal fútbol que está demostrando Liga de Quito que tiene debilidades en la defensa y deplorable administración de la pelota. Y cuando no se funciona mínimamente en esos aspectos, un equipo como la Católica asusta. 

Y liga parece jugar asustada. Y tener susto no es un buen negocio en el fútbol, sea que se juegue ante un estadio lleno o en ese fútbol que solo requiere de dos piedritas y una pelota en una calle cualquiera de cualquier ciudad del mundo. 

El asunto es que Liga nunca encontró una respuesta. Y Católica lo bombardeó. Y Liga no tiene jugadores y el técnico Gustavo Munúa tiene que reinventar el juego cuando promedia el primer tiempo. Con el ingreso de José Francisco Cevallos por el lateral izquierdo Henry Quiñónez, volvió a jugar con la línea de tres en el fondo, tal como ocurrió con Defensor Sporting. 

¿Mejoró Liga? Algo. Casi nada, en realidad. Porque ni Horacio Olivera ni Fernando Hidalgo entendieron el partido. Y las ganas de Hernán Barcos se agota y pierde fuerza. 

¿Cuánto cambió el escenario para Liga en el segundo tiempo? Poco y nada. Sí, hubo una mejoría, pero tan leve que no significó una mayor preocupación para el arco protegido por Hernán Galíndez. Pero el colectivo no fue para nada una expresión de que el trabajo en camerino brinda frutos. 

De hecho, solo hacía falta esperar el tercer tanto de Universidad Católíca que llegó a los 75'. Fue un muy buen gol, un centro preciso desde la izquierda de Matías Defederico, con una defensa totalmente desubicada,César Obando recibió solo el balón, lo bajó de pecho y remató para el 3-0.

Pero parece que las malas rodean a Liga. Un remate de cabeza del Juan Luis Anangonó dio en el palo con un arquero que no tenía oportunidad de detener la pelota. 

Los hinchas albos salieron molestos del estadio. Obviamente, las críticas apuntaron al técnico, que no encuentra el funcionamiento del equipo, y de Rubén Olivera, el volante uruguayo que solo dio una buena impresión en el primer partido.