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El DT Pablo Repetto y sus jugadores celebran tras la clasificación en la Copa. Foto: EFE

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A Independiente le costó caro sumar experiencia, que ahora se traduce en éxito

Fabián Alarcón V.

OPINIÓN

Pablo Repetto y sus jugadores aprendieron de sus errores. Por eso, afrontan la Copa Libertadores 2016 con mayor concentración, algo que se gana con las experiencias pasadas. El resultado está a la vista: una histórica clasificación a los octavos de final en la corta vida del Independiente del Valle en Primera categoría (ascendió a la Serie A en el 2010).

@Fabychocolate

El equipo, oriundo de Sangolquí desde 1958, año en el cual se fundó, siempre se ha caracterizado por practicar un fútbol punzante, de ataque, de cara a cara con sus rivales, sea de local o de visitante. Es decir, prefiere dar espectáculo y no terminar con marcadores que quedan en 0-0. Sin embargo, esta misma ambición es la que lo ha condenado en partidos decisivos, cuando debió imponerse el autocontrol, en ser simplemente prácticos y jugar con la desesperación del adversario.

En el 2014 estuvo cerca de eliminar en la fase de grupos, por ejemplo, al San Lorenzo argentino. En la última fecha visitó a Unión Española y debía ganar con dos goles de diferencia para dejar fuera de combate al cuadro de Boedo. Y así lo conseguía en suelo chileno, hasta el minuto 67. Pero, la ambición ofensiva de Repetto y sus pupilos los motivaron a buscar más goles y terminaron con una ajustada victoria 5-4, que ya no le alcanzó. San Lorenzo se clasificó por un solo gol de diferencia más sobre Independiente. Al término de esa competencia, los argentinos fueron campeones.

Más casos. Un año antes, en la Copa Sudamericana, los u2018rayadosu2019 tuvieron una gran presentación ante la Universidad de Chile, en el Estadio Nacional, de Santiago. En la ida igualaron 1-1 en Sangolquí y en esa revancha el marcador fue el mismo, hasta el minuto 79, cuando los araucanos encontraron espacios en los contragolpes, ya que Independiente luchó volcado en el área azul, sin tomar precauciones defensivas.

Otra falencia que ha sufrido desde su ascenso ha sido el no saber cerrar definiciones a su favor, a pesar de contar con todas las condiciones. En el 2012 -aún bajo la batuta de Carlos Sevilla, Repetto asumió el cargo en junio-, Independiente pudo clasificarse por primera vez a la final del torneo local, pero en las dos últimas jornadas obtuvo dos malos resultados, una derrota en casa ante el Deportivo Cuenca y un empate con Liga de Loja, de visitante. Esto lo dejó fuera, además, de la Copa Sudamericana de ese año, por un punto.

Ahora, Independiente vive otra realidad, con altas posibilidades de pelear el título nacional por primera vez, y haciendo historia en la Libertadores en su tercera participación. Pero los jugadores, cuya base principal se mantiene desde el 2010, hoy lucen maduros y han aprendido a adaptarse a las circunstancias del partido, tal como lo hizo ante Colo Colo, cuando priorizó el 0-0 que lo llevó a octavos de final.

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