Dejen de llorar por el no-gol anulado de Miller

Me parece que el gol que le anulan a Ecuador se está convirtiendo en la excusa para tapar el deficiente desempeño de la Tricolor ante Brasil. Además de las teorías conspirativas de mal gusto que siempre generan jugadas como estas, ese no-gol está sirviendo para que no se hable, por ejemplo, de que Ecuador no tuvo la pelota ni el 40% del tiempo. O que el ataque de Ecuador careció de potencia. O que los cambios no ayudaron a mejorar el desarrollo del partido.

Nos encanta ser las víctimas, eso es eterno. Nos fascina sentir que nos han robado. Nos encanta vernos al espejo y decir: “Maldito árbitro, nos robaste, somos los ganadores morales”. Pero no, Ecuador no es el ganador moral. Jugó mal, un poco peor que Brasil, que lo hizo pésimo. Eso es todo.

La realidad, la que mostró el partido, es que esta Tricolor de Gustavo Quinteros está en problemas. Perdió la frescura, el buen trato a la pelota, el dominio del cotejo basado en el traslado del esférico y la contundencia del ataque. Este horrible Brasil fue más que Ecuador. Ese no-gol no tapa que los tricolores casi siempre fallaron en los mano a mano, que apenas ganaron la raya, que lo que realmente ayudó a Ecuador fue la patada que le metió Gruezo a Willian, lo que anuló a una de las turbinas del rival y equilibró el segundo tiempo.

Por supuesto, el punto ante el favorito es positivo (la presión la tiene Perú) y tampoco hay que desmerecer lo (poco) que se hizo bien. Pero ya es hora de dejar de llorar por el blooper de Allison, que lo cometió cuando el juez ya había pitado. No nos mintamos, por favor.