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El arrebato del DT

Francisco Sandoval,

EL ILUMINADO

Ayer, cuando tenía prácticamente listo un artículo dedicado al análisis de la gran fiesta que se vivió el martes pasado en la Explosión Azul, en la que la hinchada de Emelec se reencontró con su equipo y se despidió temporalmente del viejo Estadio Capwell, empezaron a surgir múltiples informaciones relacionadas con la contratación de Gustavo Quinteros como Director Técnico de la Selección Ecuatoriana de Fútbol y, por consiguiente, su salida del cargo que desempeña tan exitosamente en el Club Sport Emelec. Con el pasar de las horas, lo que algunos medios promovían tímidamente como un rumor terminó por convertirse en una noticia confirmada, tras lo cual no me quedó más remedio que borrar mi bien logrado artículo (en serio, estaba bueno) y empezar uno nuevo, desde cero.

@emelec_max

Y es que, ¿para qué iba a publicar un análisis del partido jugado por los azules, de su disposición táctica, de los cambios realizados, de su nivel físico... cuando dentro de pocas horas, cuando se confirme la salida del cuerpo técnico responsable de todos esos factores, mi análisis resultaría extemporáneo, caduco, sin posibilidad de proyección a futuro?

Un drama similar seguramente se vive a la interna del Club millonario. Detrás de todas esas sonrisas para las cámaras, de los apretones de mano, de las elocuentes felicitaciones de los jugadores azules a su -próximamente ex- DT, indudablemente existe incertidumbre respecto al futuro de un proyecto ya comenzado.

Cuando a finales del año pasado, la dirigencia de Emelec anunció, cuantas veces le fue posible, que los objetivos del equipo para el 2015 eran conseguir el tricampeonato y ganar un torneo internacional, siempre hizo referencia directa o indirecta al trabajo de Quinteros y sus colaboradores. Y no le faltaba razón, ya que el desempeño -mayoritariamente acertado- de dichos profesionales fue vital para la obtención de los títulos 2013 y 2014, así como para ganar algo de notoriedad internacional.

Cuando el presidente Neme afirmó que el equipo iba por más, sus palabras denotaban mucha seguridad. Esa seguridad que proviene de la filosofía que él mismo ha sabido imponer en el club durante su administración: la continuidad de los procesos, más aún cuando son tan sólidos como el liderado por el argentino-boliviano.

Con esa filosofía en mente, el Club hizo un gran esfuerzo por retener a toda su plantilla campeona del 2014, contrató solo dos jugadores nuevos y se congratuló cuando el profe Quinteros rechazó una millonaria propuesta de Medio Oriente y optó por quedarse en Emelec para hacer historia. Continuidad, solidez, familia unida, procesos y otros términos optimistas eran repetidamente mencionados en los discursos de la dirigencia y los jugadores. Todo era perfecto. Demasiado perfecto. Era obvio que algo malo tenía que pasar...

Y ese algo fue, sin duda, el caprichoso arrebato de Chiriboga por llevarse a Quinteros a la Selección, desencadenado por el estrepitoso (y nada sorprendente, si me preguntan) fracaso de la Selección Ecuatoriana en el Sudamericano Sub 20 de Uruguay, que desembocó en el despido del siempre arrogante Sixto Vizuete del cargo que le habían ofrecido al frente de la Selección absoluta.

De nada sirvió el discurso tranquilizador de Neme, que afirmó que no era el momento de dejar que Quinteros se vaya. Tanto Chiriboga como el mismo Quinteros estaban determinados a que eso ocurriera. El presidente eléctrico no soportó la presión y accedió a quitarse del camino (una de las condiciones de Chiriboga para acercarle la propuesta al DT azul), dando paso a la noticia de la que todos hablan ahora.

A esta hora, la incertidumbre que habitaba las oficinas de la FEF parece haberse cambiado de casa. Ahora es en Emelec donde abundan las preguntas: ¿Quién será el nuevo DT? ¿Cómo afectará al juego de la plantilla que, hoy por hoy, juega casi de memoria? ¿Se reducirá la efectividad de la pretemporada? ¿Los objetivos planteados siguen en pie? ¿La planificación del 2015 quedó extemporánea, caduca y sin posibilidad de proyección a futuro? ¿Tendremos que borrar todo y volver a empezar desde cero?

Tanto cuestionamiento suena un poco negativo, pero proviene de una preocupación legítima. Solo hay que recordar lo que ocurrió la última vez que un DT de buen desempeño se fue de Emelec en pleno campeonato. La respuesta: Carrasco. Si eres emelecista y tu memoria funciona bien, la sola mención de ese apellido debió provocarte escalofríos.

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